10 Discos que hay que escuchar antes de morir

10 Discos que hay que escuchar antes de morir

Hemos preparado una lista con los que, en mi opinión, son los 10 discos que hay que escuchar antes de morir. Entre ellos, algunos de los mejores discos de la historia del rock. Y, sin duda, 10 álbumes que todo el mundo debería oír al menos una vez en la vida. Twitea éste post o compártelo en Facebook

Para cada uno, hay discos que son personales… sagrados! Son los intocables que cada uno ha estructurado en su ‘discoteca’ mental con el paso de los años a base de escucharlos una y otra vez. De acumular recuerdos que se quedan impregnados para siempre en una canción, una melodía o una frase. Recuerdos de momentos vividos que, cuando escuchas ese tema, vuelves a vivir como si fuera la primera vez.

Pues esto es lo que me sucede a mí con estos 10 discos y muchos de sus temas. Y es que el fan de una banda se aferra a una canción y se convierte en su talismán… su refugio… su viaje. Porque la música te transporta a lugares que imaginas con su melodía, su letra, su sonido… Por eso la música traspasa fronteras!

En fin, te dejamos con 10 enormes trabajos de 10 grandísimas bandas que, sin duda, están entre lo mejor de la historia de la música. La lista la he ordenado por año de lanzamiento, desde el más nuevo hacia el más antiguo. 

Espero que os guste…

Comenzamos con la lista de los 10 Discos que hay que escuchar antes de morir… ¡Que la disfrutéis!

Escuchar a AC/DC es como la adolescencia

Este fue el álbum que abrió las puertas de Estados Unidos a AC/DC. Estos australianos, guerreros de la calle, llevaron el sonido y la postura del heavy metal a un extremo nuevo… crudo.

El aullido primitivo del cantante Bon Scott y los acordes bestiales tipo ‘paso de King Kong’ de su guitarrista solista Angus Young, son tan innegables como un ataque hormonal. AC/DC se deleita en el humor procaz que siempre ha estado acechando bajo la superficie del rock pesado.

Los chillidos de sierra eléctrica de ‘Beating Around the Bush’, ‘Girls Got Rhythm’, ‘Touch Too Much’ y ‘Highway to Hell’, reflejan la agonía y el éxtasis sexuales de la primera juventud. Escuchar a AC/DC es como la adolescencia: uno la recuerda con cariño después de haberla superado. 

Canción recomendada: ‘Highway to Hell’.

El arquetipo meloso del folk rock californiano

Originalmente una banda Inglesa de blues, Fleetwood Mac llegó a ser el arquetipo meloso del folk rock californiano. ‘Rumours’ es el álbum por el que obtuvieron múltiples discos de platino.  Fue producido con elegancia, es super pegadizo y está cargado con un mar de emociones subyacentes.

Sostenidos por el baterista Mick Fleetwood y el bajista John Mc Vie, los cantantes mantienen un tenso equilibrio de poderes. Stevie Nicks hechiza con su voz diáfana en el lento ‘Dreams’, mientras Lindsey Buckingham se mantiene firme en el ritmo rápido de ‘Go Your Own Way’ y Christine Mc Vie envuelve con su voz ronca el provocativo ‘You Make Loving Fun’.

Este álbum, que se rumoreaba era autobiográfico, fluye como una conversación entre ex amantes. Las alianzas fluctuantes y los sentimientos en conflicto se resuelven en ‘The Chain’. 

Canción recomendada: ‘You Make Loving Fun’

Hard Rock con base blusera

Mientras los estereotipos del hard rock buscan el impacto directo a base de su potencia bruta, Aeorsmith propone en ‘Rocks’ un contacto más delicado a base de un suave vaivén que te atrae hacia sus dominios de hard rock con transfondo blusero. Twitea éste post o compártelo en Facebook

El tremendo poder del quinteto, ajustado a lo largo de las giras, amenaza con soltarse en el primer corte. ‘Black in the Saddle’ corcovea al inicio del álbum como un piloto de Fórmula 1 listo para quemar gomas. Esa tensión es la fuente que carga la magnífica y electrizante música de Aerosmith.

El guitarrista Joe Perry aporta el sonido, pero Steven Tyler le roba el show. Tyler grita y dibuja arabescos con la voz. Inventa frases de triple sentido, acertijos y rimas como si fuera un animador de televisión qué se tildó. El juego de palabras eufónico de Tyler rebota desde el riff agitado de ‘Last Child’, su «sweet sassafrassie» es inolvidable, lo que cuernos sea qué signifique eso. 

Canción recomendada: ‘Back In The Saddle’

Una obra maestra en su totalidad

Queen sorprendió al mundo con una obra maestra en su totalidad. Un trabajo que cuenta con una asombrosa creatividad de composiciones que combinan estilos diametralmente opuestos. ‘A Night At The Opera’ posee el sonido inigualable de una de las bandas más influyente de todos los tiempos y la inmaculada perfección de la voz de Freddie Mercury, considerado el mejor cantante de rock que haya existido.

Sobre una base de rock, Queen añadió detalles de muchos estilos musicales como el foxtrot, folk, rock progresivo o el cabaret. Aunque, por supuesto, también encontramos pinceladas de hard rock y un buen puñado de melodías pegadizas.

Pero sin lugar a dudas, lo más sobresaliente de este disco de excelencia, son dos de los temas de Mercury. Por un lado, ‘Love of my life’, considerada como la mejor balada del rock de todos los tiempos (encuesta mundial por internet de la revista Billboard en 2003).

Y por otro, cómo no, el poema épico ‘Bohemian Rhapsody’. Una maravilla inigualada que combina balada, rock fuerte y ópera, haciendo gala de un virtuosismo y tecnología jamás vistos. Una lírica simple pero a la vez ultra compleja (llena de misterios y motivo de debate por su real significado aún en la actualidad). Y con una interpretación que no pudo ser igualada ni por orquestas enteras, con coros que equivalen a noventa voces cuando en realidad eran solo tres.

El éxito que obtuvo el videoclip de la canción, animó a muchas otras bandas a utilizar este medio para promocionar sus singles,  convirtiéndose en uno de los precursores de la ‘Era del video’.

Definitivamente, un disco bisagra en la historia de la música.

Canción recomendada: ‘Bohemian Rhapsody’.

Un disco lleno de magnetismo

Desde que Syd Barret, fundador, líder y compositor, abandonara la banda en 1968, Pink Floyd había experimentado con largas piezas instrumentales. En ‘The Dark Side of the Moon’, recopilaron ideas y experimentos que habían probado en conciertos y anteriores grabaciones, para dar forma a un álbum épico.

A lo largo de diez canciones, y como si de un recorrido por la vida se tratara, nos hablan de los conflictos existenciales del ser humano. Y tienen un especial recuerdo a su ex-líder (Syd Barret) y la enfermedad mental que terminó por apartarle del grupo.

 ‘The Dark Side of the Moon’ fue interpretado  primero en directo antes de decidirse a entrar en los famosos Abbey Road Studios para ser grabado. Allí, con Alan Parsons a los mandos, utilizaron las más modernas técnicas de grabación que había en esa época, incluyendo loops, grabaciones multipista y sintetizadores.

Roger Waters descubrió plenamente su voz en The Dark Side of the Moon. También se interesó por el espacio exterior e interior,  como vías de escape del abrumador aburrimiento cotidiano.

El vigor de temas como ‘Money’ o ‘Us and Them’ posicionó a Pink Floyd en un lugar de privilegio entre las bandas más grandes de la historia. 

Canción recomendada: ‘Money’

Continuamos con nuestra lista de los 10 Discos que hay que escuchar antes de morir

Hitos en la cultura musical norteamericana

Vertidas mediante elegantes armonías, las canciones de Simon & Garfunkel fueron verdaderos hitos en la cultura musical norteamericana. ‘The Sound of Silence’, ‘Mrs.Robinson’ o ‘América’ recorrieron los rincones inexplorados por la generación de los 60. Twitea éste post o compártelo en Facebook

‘The Boxer’ demostró cuán lejos había llegado Simon como compositor en 1970 y hacia dónde se orientaba. Compuso una de sus canciones más conmovedoras con Garfunkel, en homenaje a esa sociedad que entonces se desintegraba. Y la voz etérea e intensa de Garfunkel hizo entrar esa especie de himno que fue ‘Bridge Over Troubled Water’, en los anales de lo clásico.

Canción recomendada: ‘Mrs. Robinson’

¡Tercer álbum en el mismo año! 

Todos los hippies se oponían a la guerra de Vietnam, pero sólo John Fogerty expresó su indignación ante la idea de que la gente pobre era la que debía combatir. Tuvo el mérito de denunciarlo en un tema irresistible de poco más de dos minutos, su inmortal ‘Fortunate Son’.

‘Willy and the Poor Boys’ fue el tercer álbum de Creedence Clearwater Revival en un mismo año (¡!) después de ‘Bayou Country’ y ‘Green River’. Canciones como la tradicional ‘The Midnight Special’ y ‘Down on the Corner’, escrita por Fogerty, son celebraciones de una nación rural en parte real, en parte mítica y en parte producto de la imaginación de un muchacho californiano.

Mientras los Estados Unidos se debatían entre la reacción y la revolución, Fogerty con ‘Don’t Look Now’ interpretó el turbulento espíritu de aquellos tiempos.

Canción recomendada: ‘Down on the Corner’.

El álbum definitivo del heavy metal

Reduciendo el blues a un quejido atronador, ‘Led Zeppelin II’ es el álbum definitivo del heavy metal.

El cantante Robert Plant exprime hasta la última gota de ‘Lemon Song’, un derivado de Robert Johnson. El héroe de la guitarra Jimmy Page hace estragos en ‘Heartbreaker’, tema inspirado en Howlin’ Wolf. El baterista John Bonham es un batallón de tanques que avanza en ‘Moby Dick’, inaugurando una maldita tradición que se haría típica de los conciertos de rock: el solo de batería masturbatorio. Con tal poder, ego y nivel sonoro, no es raro que el bajista -y a veces teclista- John Paul Jones, mantuviera un perfil bajo.

Led Zeppelin era realmente una banda. Ajustados e intuitivos, se estimulaban el uno al otro y siguieron evolucionando hasta que murió Bonham en 1980. Podrían haber atravesado fácilmente los años 70 con el único impacto de ‘Whole Lotta Love’, pero en ‘Led Zeppelin II’ apenas se vislumbra la dirección que luego tomarían. La dinámica que se alternaba entre las guitarras acústica y eléctrica de Page en ‘Ramble On’ genera una mezcla orgánica sensual de dulces melodías folkies y rockeras, que conmueven las entrañas.

Canción recomendada: ‘Whole Lotta Love’.

El primero del póker maestro de los Stones

Hacia 1968, los Stones ingresaron en la etapa más sólida de su música. Todos los álbumes iban a ser éxitos de impacto aplastante. Así, ‘Beggar’s Banquet’ se trata del primero de los cuatro álbumes que componen el póker maestro de los Rolling Stones, junto a los posteriores ‘Sticky Fingers’, ‘Let It Bleed’ y ‘Exile on Main St.’.

En los primeros dos temas de ‘Beggar’s Banquet’ ya lo decian todo. Allí, los Stones manifestaban su afinidad con el demonio (‘Sympathy for the Devil’) y declaraban que no tenían esperanzas (‘No Expectations’).

Pese a las alusiones políticas del título y los riffs ineludibles de Keith Richards en la guitarra, en ‘Sreet Fighting Man’ se preguntaban: «What can a poor boy do/’Cep to sing in a rock and roll band?»(«Qué puede hacer un chico pobre, más que cantar en una banda de rock and roll?»). En este álbum, la banda rinde un homenaje a los marginales: los hijos prodigos, las mujeres paracaidistas, las obreras de las fábricas y a la sal de la vida.

El disco, supone el regreso de los Stones a sus raíces de rythm & blues, tras el fallido intento de emular el rock psicodélico de The Beatles y su Sgt. Peppers con ‘Their Satanic Majesties Request’. Y aprovechan para homenajear a los marginales, los hijos pródigos, las obreras de las fábricas, las mujeres paracaidistas y la sal de la vida. 

Canción recomendada: ‘Sympathy for the Devil’.

The Beatles revolucionan la música popular

En ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’, los Beatles revolucionaron completamente la música popular, ahora por segunda vez. Se habían cansado de tocar en estadios repletos de adolescentes aullantes y se refugiaron en el estudio. Allí, con el apoyo del productor George Martín, empezaron a experimentar con músicas demasiado complejas como para ser tocadas en escena.

Cuando apareció Sgt. Peppers’s, absolutamente todo lo que había en él -la unidad conceptual, las referencias a la droga, el elaborado arte de la tapa y los exóticos efectos del sonido- provocó un impacto inmediato de consecuencias incalculables.

Y es que estamos hablando (posiblemente) del mejor álbum de todos los tiempos. Al menos, muchos medios especializados y críticos musicales, así lo han calificado en innumerables ocasiones. Como ejemplo, la prestigiosa revista Rolling Stone, lo situó en el puesto número 1 de su famosa lista ‘500 Greatest Albums of All Time’ (‘Los 500 álbumes más grandes de todos los tiempos’), elaborada en el año 2003. Pues eso… el rey.

Aunque la lista de los 10 discos que hay que escuchar antes de morir la hemos ordenado cronológicamente, si la hubiéramos hecho por importancia, seguramente el Sgt. Peppers podría encabezara igualmente.

Canción recomendada: ‘A Day in the Life’.

¿Qué disco crees que falta?

Esta ha sido nuestra lista de los 10 Discos que hay que escuchar antes de morir. Espero que os haya gustado y hayáis disfrutado recordando varios de los mejores trabajos de algunos de los más grandes artistas del rock.

Seguro que hay algún disco que a ti te gusta especialmente y crees que debería estar en la lista. Pues dinos, ¿cuál crees tu que falta?

Lo tendremos en cuenta para próximas listas!!!

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Muchas gracias.

Marcelo Gustavo Munar