«Uno de los mejores ritmos de guitarra que hemos escuchado nunca»
- Canción: Magic Carpet Ride
- Disco: The Second (1968)
- Artista: Steppenwolf
- Nacionalidad: Canadá Lanzamiento: 1968
- Estilo: Rock, Rock Sureño, Rock Psicodélico, Funk Rock
- Discográfica: ABC Dunhill Records
- Productor: Gabriel Mekler
- Voz y Guitarra: John Kay Guitarra: Michael Monarca Bajo: Rushton Moreve Batería: Jerry Edmonton Piano y Órgano: Goldy McJohn
Muy recomendable

Lo + : El ritmo de la guitarra con su rasgueo… Uno de los mejores que hemos escuchado nunca
Lo – : Los insulsos (y muy mejorables ) puentes y el infumable episodio instrumental de más de 2 minutos
Steppenwolf y su Magic Carpet Ride
Hablar de los canadienses Steppenwolf es, ineludiblemente, hacerlo de ‘Born to Be Wild’. Ese es el agujero negro que lo absorbe todo. Una canción enorme que eclipsa cualquier otro trabajo de esta banda y, me atrevería a decir, de prácticamente cualquiera que hubiera tenido un tema así entre su discografía. Twitea este post o Compártelo en Facebook
Pero más allá del himno motero por excelencia, Steppenwolf tiene algunas otras grandes canciones. Entre todas ellas, yo quiero destacar una, ‘Magic Carpet Ride’. Este es un tema que a mí me fascina. A pesar de ser una de las más conocidas de la banda, no puede compararse en popularidad con ‘Born to Be Wild’ y podemos decir que, prácticamente es una canción desconocida para todos los que no sean auténticos fans de Steppenwolf.
Magic Carpet Ride fue compuesta por John Kay y Rushton Moreve. Fue publicada en 1968, en el segundo álbum de la banda, llamado The Second (muy descriptivo título). La canción fue el primer single del disco y llegó al tercer puesto de la lista de singles en U.S.A.
Escucha la canción o mira el video más abajo.
«Born to Be Wild es el agujero negro que todo lo absorbe. Cualquier tema quedaría oscurecido por su presencia»
Uno de los mejores ritmos de todos los tiempos
Musicalmente, la canción tiene uno de los ritmos de guitarra que más me gustan de todos los tiempos. Un ritmo marcado por un rasgueo con aire funky que hace que se te muevan los pies. Ese es el auténtico gancho de la canción. De hecho, el resto, comparado con tan fabuloso ritmo, es mediocre… incluso prescindible. El único motivo de existir de esos insulsos puentes es porque si no, la canción sería todo el rato igual con solo ese rasgueo. Así sirve para valorarlo aún más cuando vuelve, después de los parones.
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Una (prescindible) sección instrumental psicodélica
Para mayor escarnio, al segundo puente se le añade una sección instrumental de ambiente psicodélico (y carácter interminable). Este pasaje amigos, os he de reconocer que se hace duro de escuchar sin haber ingerido ninguna sustancia psicotrópica. Sus más de dos minutos de trance sonoro son un sinsentido en sí mismos. Es que, de verdad, no dicen nada ni aportan nada.
Simplemente son producto de una época en la que se estilaba mucho el alarde (y alargue) instrumental. En ocasiones (las menos) salían cosas interesantes y, en otras (la mayoría), te encontrabas con fragmentos sonoros, metidos con calzador, para mayor gloria de intérpretes más o menos hábiles. Había de todo…
Imagino que poniéndonos en situación tanto temporal, como física y mental (con ayuda externa o sin ella), podría llegar a suponer un excitante viaje más allá de las fronteras de nuestro propio ser. Pero así de golpe, en la oficina o en el coche llevando a los niños al cole, como que lo único que buscas es el botón para adelantar la canción y librarte de semejante experimento.
Menos mal que, cuando te estás quedando ya sin oxígeno en el cerebro, de golpe, vuelve ese impresionante ritmo al rescate para dejarnos un buen sabor de boca en los últimos 20 segundos de la canción.
Una versión más reducida en el single
Yo creo que ellos mismos, sabedores de que la pieza completa de esta versión del álbum era un poquito difícil de asimilar para la gente normal, sacaron otra versión más reducida para el lanzamiento del single. El caso es que hoy es difícil de encontrar. Así que os hemos dejado el video y la canción con la versión completa. Por favor, escuchadla bien a ver si vosotros le encontráis algún tesoro oculto en ese interludio instrumental. Tal vez sea cosa nuestra…
Lo único que me queda por saber es qué hubiera sido de este tema si estos chicos hubieran buscado algo un poco mejor para rodear tan tremendo ritmo. Yo creo que estaríamos hablando de uno de los grandes clásicos del Rock… seguro!
Pero en fin, nunca lo sabremos. Así que nos quedamos con el pack completo y la posibilidad, que nos brinda la tecnología, de avanzar la canción cuando nuestra mente no aguante más.
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Muchas gracias!
Willyrock
Steppenwolf – Magic Carpet Ride (Version 1969) © UMG (Ryko Rhino)