Los Zigarros en concierto: El rock toma el Price
Dos noches de puro rock and roll
Dentro de la programación de Inverfest
El legendario Teatro Circo Price acogió los pasados 30 y 31 de Enero dos conciertos para la historia… del rock español. Y es que, dentro de la magnífica programación de Inverfest, Los Zigarros dieron dos conciertos que seguramente estén entre lo mejor que se puede ver hoy en día en lo que a rock español se refiere. Twitea éste post o compártelo en Facebook
Tres discos y cientos de conciertos
Con sólo tres discos publicados, Los Zigarros (2013), A todo que sí (2016) y Apaga la radio (2019), la banda valenciana se ha hecho un hueco importante dentro de la escena rockera nacional. Un hueco que les ha llevado ya, entre cientos de conciertos de mayor o menor envergadura, a telonear el 27 de Septiembre de 2017 a The Rolling Stones en su concierto del Estadio Olímpico de Montjuic… casi nada.
Aunque para conseguir ese hito, algunos méritos habían cosechado ya anteriormente claro. De hecho, los hermanos Ovidi y Álvaro Tormo, con su anterior grupo (Los Perros del Boogie) ya habían teloneado a otros míticos, ni más ni menos que a AC/DC.
La base de la banda está confeccionada sobre una formación clásica de rock. Ovidi Tormo está al frente del grupo con su gran voz, su toque canalla y su guitarra principalmente rítmica. A su derecha, su hermano Álvaro y su arsenal de guitarras para poner guindas a base de magníficos riffs y solos. En la parte rítmica nos encontramos con Nacho Tamarit, y su preciso y sobrio bajo por un lado, y con Adrián Ribes, y su gran pegada en la contundente batería, por el otro.
«Los Zigarros son uno de los mejores grupos de rock que ha dado este país. De rock clásico… del genuino»
Uno de los mejores grupos de rock español
Pero centrándonos en Los Zigarros, en mi opinión, estamos ante uno de los mejores grupos de rock que ha dado este país. De rock clásico… del genuino. Ya lo avisábamos en nuestro post los 10 grupos de rock español que lo van a romper en 2019.
Un grupo que ha nacido en una época en la que el rock convive (arrinconado) por pandillas de ‘matones-con-caras-de-pocos-amigos’ que han tomado las televisiones, radios y medios de comunicación en general. Unas pandillas que reclutan a la mayoría de nuestros jóvenes a edades tempranas, con la inestimable colaboración de padres y madres sin excesivo arraigo musical. Ellos son los autores por acción y/u omisión de semejantes ignorantes musicales, sintonizando las radios de sus coches sobre diales sin alma que genaran un ‘ruido de fondo’ perverso. Un bombardeo permanente e insistente que penetra a través de los vírgenes oídos de sus cachorros e instalando en sus cerebros unos códigos musicales erróneos. Todo ello perpetrado con el potencial de toda la maquinaria ‘armamentística’ que poseen.
Una guerra perdida (¿o no?)
Seguramente, se trata de una guerra perdida hace mucho tiempo. Pero siempre que queden grupos como Los Zigarros, espacios como el Circo Price, festivales como Inverfest y gente como la del otro día, quedará una luz para la esperanza.
Y es que grupos como Los Zigarros nos hacen vislumbrar un claro azul y soleado entre las oscuras nubes. Claro que no son los únicos, ni los primeros… y esperemos que tampoco los últimos. Otros valientes han labrado un camino antes que ellos y algunos lo hacen todavía codo con codo, luchando en las trincheras desde los garitos más humildes a los templos sagrados del rock en este país. No voy a dar nombres porque no quiero ser injusto y dejarme alguno (o muchos), pero todos sabéis de quienes hablo. A todos nos vienen a la cabeza grupos históricos, nuevos, jóvenes, viejos, transgresores, clásicos, más o menos cañeros, más o menos comerciales… Y por supuesto, venidos de cualquier punto de nuestra geografía, sin olvidar a todas las grandísimas bandas que vienen de hispanoamérica, que hay muchas y buenas.
Así debe ser una banda de rock
Pero Los Zigarros encarnan a la perfección lo que debe ser una banda de rock clásico. Ellos poseen un sonido poderoso basado en guitarras, bajo y batería. Letras cínicas y cachondas que desprenden buen rollo. Temas cañeros que te hacen bailar, saltar o mover la cabeza (cada uno a su gusto). Actitud canalla con ciertos toques de chulería contenida y siempre bien canalizada. Puesta en escena lo suficientemente sobria como para que nada distraiga la atención sobre la banda y su música. Y por último, unos tipos sobre el escenario que rezumen autenticidad… que no vayan disfrazados de lo que no son. Es decir, que a ser posible, vayan vestidos y con las mismas pintas que llevan por la calle en un día normal… o al menos que lo parezca.
«Para la ocasión, Los Zigarros tiraron de agenda y llamaron a varios amigos para que les acompañaran sobre el escenario. Unos amigos que iban a poner la guinda a una noche (noches) de genuino rock and roll»
No quiero nombrar a nadie
Todo esto es muy fácil de decir, pero la realidad de la industria, suele colocar a cada uno en su sitio antes o después. Aquí tampoco quiero nombrar a nadie, pero seguro que muchos pensáis en algún grupo que empezó enarbolando la bandera del rock para luego, presionados por la compañía discográfica o guiados sus anhelos de fama y gloria, abrazaron ‘banderines’ quizás menos auténticos, honrosos o dignos, aunque mucho más productivos… pero seguro, menos gratificantes espiritualmente.
Tenemos muchos ejemplos de todo esto pero, repito, no quiero nombrar a nadie. Cada uno que haga memoria y encasille a quien quiera dónde le corresponda. Twitea éste post o compártelo en Facebook
Ojo, que aquí todo vale y las circunstancias (y decisiones) de cada uno son suyas, personales e intransferibles. Pero cierto es que a veces las bandas no se dan cuenta que en muchas ocasiones, han dejado de ser un grupo formado por sus tres, cuatro o cinco integrantes, y han pasado a ser un ‘ente’ semi-espiritual que nutre y ‘pertenece’ a toda una legión de seguidores que se consideran parte de él. Es ahí, en ese momento, en el que las bandas no deberían tomar decisiones de trascendencia (como cambios de estilo), sin llevar a cabo de manera previa una consulta entre su masa socio-espiritual. A ver, ¡que levante la mano el que esté de acuerdo con esto!
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Una ocasión especial
Y es que así podríamos catalogar lo que sucedió en el Teatro Circo Price, una ocasión especial. Primero porque, aunque Los Zigarros están ya curtidos en cientos de conciertos en multitud de salas y en escenarios de varios tamaños, llenar dos noches seguidas un espacio como el Price no está al alcance de todas las bandas. Eso, por no mencionar la especial singularidad que tiene tan emblemático lugar.
Por otro lado, y reafirmando lo de la ocasión especial, el hecho de haber elegido estos dos conciertos para la grabación de un disco y DVD en directo. Eso siempre rodea un concierto de un aura especial y tanto la banda como el público, saben que el momento va a pasar a la posteridad, por lo que la entrega de ambos es total.
Y por último, para la ocasión Los Zigarros tiraron de agenda y llamaron a varios amigos para que les acompañaran sobre el escenario. Unos amigos que iban a poner la guinda a una noche (noches) de genuino rock and roll.
Ambiente de las grandes noches
Nosotros tuvimos la suerte de poder estar allí la noche del jueves. Desde antes de empezar todo estuvo perfecto, preparando el terreno para lo que iba a ser una gran noche de rock español. Alrededor del Price ya se respiraba un gran ambiente en los bares cercanos. Había corrillos de gente de todas las edades compartiendo risas y anécdotas. Para acceder dentro no tuvimos que esperar prácticamente nada, fue como si la gente fuera allí todos los días y cada uno supiera a dónde tenía que ir. También quiero destacar la gran organización tanto del propio Price como de Inverfest, ese magnífico (y diferente) festival que sigue mejorando año tras año.
Una vez dentro del Teatro Circo Price, se respiraba el ambiente de las grandes noches. Muchas noches (y mañanas) de rock se han vivido entre sus paredes, desde que se convirtiera en la ‘casa’ de muchos de los pioneros del rock nacional allá por los sesenta.
A falta de pocos minutos para empezar todavía quedaba algún claro en la pista y algunos asientos libres, pero en un abrir y cerrar de ojos, el Price se llenó casi hasta la bandera. Digamos que fue un lleno cómodo. Es decir, estaba lleno pero tenías el suficiente espacio como para no estar apretujados. De hecho, yo fui com mi hijo de 11 años y tuvimos la suerte (y amabilidad de la gente) de poder disponer de algo de espacio por delante que le permitiera ver con cierta facilidad en plena pista… ¡un lujo!
«Ya en los momentos previos, tanto en las afueras como dentro del Teatro Circo Price, se respiraba el ambiente de las grandes noches»
Puntuales como un eclipse
Los Zigarros salieron con puntualidad prusiana a las 20:30 a un escenario sobrio y sin aditamentos… sin nada que nos pudiera distraer. Un elegante telón rojo ponía el fondo a una escena que ya se adivinaba memorable. Y entonces un trallazo de puro rock inundó el Price. Un potente acorde colgado a cargo de las guitarras de Ovidi y Álvaro Tormo, junto al bajo de Nacho Tamarit y reforzado por la contundente batería de Adrián Ribes, hizo dar un respingo a todos los asistentes. ¡Vamos que esto empieza!
Y arrancaron a lo grande con la canción que da nombre a su último disco, ‘Apaga la radio’. Os dejamos un video más abajo con el arranque del concierto y la canción completa. ¡Tenéis que verlo!
Después fueron cayendo uno tras otro todos los éxitos de la banda, desde ‘Hablar, hablar, hablar…’ hasta ‘¿Qué demonios hago yo aquí?’, pasando por ‘A todo que sí’, ‘Baila conmigo’, ‘Resaca’, ‘Dispárame’ o ‘Dentro de la ley’. Un setlist tremendo en el que no faltó absolutamente de nada. Ante el asombro del público, y generando un momento de instantánea ilusión-decepción (por decir algo), amagaron con algún gran clásico del rock tocando sus primeras notas, pero se quedó en eso… una pequeña broma en plan «¿a que molaría tocar esto?». Unos cachondos vamos…
Eso sí, incrustada entre sus temas, metieron una magnífica versión de ‘Wipeout’, la canción instrumental de The Surfaris que también harían popular The Ventures y otros muchos. Puedes ver el video de esta canción más abajo.
Los Zigarros – Apaga La Radio (Concierto en Directo Circo Price 30-01-2020)
Rodeados de amigos
Algunos de los temas, tuvieron el ‘encanto añadido’ de contar con algún amigo de la banda para su interpretación. El primer amigo en aparecer fue ni más ni menos que Ariel Rot. Sin duda, sin saberlo, uno de los padres intelectuales e inspiradores de la criatura. Y es que escuchas a Los Zigarros, su energía, su pose y su buen rollo, y no podemos dejar de recordar a los míticos Tequila.
El siguiente invitado me hizo una especial ilusión. Y es que Ángel Vera, además de ser uno de los mejores armonicistas de España, fue la persona que me descubrió a este impresionante grupo hace ya unos años. No recuerdo la fecha exacta, pero debió ser al poco de lanzar su primer elepé.
En la noche de San Juan
Yo estaba con la familia pasando unos días de verano en San Juan (Alicante) y una noche, mientras nos tomábamos un helado caminando por el paseo marítimo, escuché a un muchacho tocando y cantando bajo las estrellas en un banco de la playa. Inmediatamente me cautivó su propuesta musical, armado con una guitarra acústica, una armónica con el soporte a lo Bob Dylan y su voz, interpretaba clásicos legendarios. Por supuesto, ‘obligué’ a mi mujer y mis dos hijos sentarnos un rato a escucharle.
Así estuvimos un rato disfrutando de auténtica música y luego, después de felicitarle, estuvimos hablando un rato. Él me dijo que tocaba la armónica para un grupo que se llamaban Los Zigarros con ‘Z’ y no dudó en catalogarlos como «el mejor grupo de rock español del momento». Yo en aquél momento no los ubicaba, aunque cuando los busqué, recordé que un amigo ya me había hablado de ellos en alguna ocasión. Y desde entonces, Los Zigarros ocuparon un lugar destacado entre mis preferidos del rock nacional.
Como os podréis imaginar, ese magnífico y encantador músico callejero (playero en este caso) no era otro que Ángel Vera. No sé si seguirá tocando en la Playa de San Juan, pero si vais por allí mirad a ver si tenéis la suerte de encontraros con él.
Los Zigarros – Wipe Out (Concierto en Directo Circo Price – 30/01/2020)
Siguieron Fito, Tarque, Raya, Aurora…
El siguiente amigo en hacer acto de presencia fue Fito Cabrales. Fue uno de los momentos destacados de la noche, ya que el público al escuchar su nombre le recibió con una tremenda ovación. Y es que Fito es un tío que se hace querer con su naturalidad y, claro, la gente se lo reconoce.
Luego Ovidi presentó al que para muchos es ‘la mejor voz del rock español’, su «hermano» Carlos Tarque, con quién tocaron el tema que dio nombre a su segundo elepé, ‘A todo que sí’.
Poco después fue el turno para uno de los mejores guitarristas de este país y reconocido productor, que se ha encargado de los tres trabajos discográficos de Los Zigarros. Un tío tan importante para la banda, que el propio Ovidi le presentó como «el quinto Zigarro». Era el momento de Carlos Raya y su Gibson Les Paul Goldtop. Ambos alardearon de técnica y sentimiento en las seis cuerdas, aunque la noche ya tenía una buena ración con Álvaro.
Otro momento intenso fue el protagonizado por Aurora García (Aurora & The Betrayers). Con su potentísima voz y su dominio del escenario, dio vida a una magnífica interpretación de ‘Dispárame’, dando réplica a Ovidi y consiguiendo transmitir una complicidad con un marcado toque canalla.
«Para el fin de fiesta, Ovidi pidió a todos los amigos que salieran de nuevo y juntos dieron forma a uno de los himnos de la banda, ‘¿Qué demonios hago yo aquí?’. Sin duda, un magnífico final para una noche inolvidable»
Y para terminar, Leiva y fiesta final
Todo iba como la seda… mejor dicho, como el cuero negro. Auténticos disparos de rock & roll en voces y manos de algunos de los mejores representantes nacionales. Y arropados por un público entregado desde el primer acorde, que no paraba de bailar, saltar y corear cada estribillo.
Así, enfilando la recta final de la noche, hizo su aparición otro de los más ovacionados. Era el turno de Leiva quien, con todo de cara, no desaprovechó la ocasión para aportar su granito de arena a la magnífica noche rockera. El madrileño, con sus tablas sobre el escenario, demostró por qué es quien es en el panorama nacional.
Y después de dos horas largas de puro rock and roll llegaba el momento del fin de fiesta. Para la despedida, nada mejor que tocar todos juntos uno de los temas bandera de Los Zigarros. Así que Ovidi pidió a todos los amigos que salieran de nuevo y juntos dieron forma a uno de los himnos de la banda, ‘¿Qué demonios hago yo aquí?’. Sin duda, un magnífico fin de fiesta para una noche inolvidable. Más abajo os dejamos el imperdible video de este temazo en manos de Los Zigarros y todos los invitados. ¡No os lo perdáis!
Gracias a todos
Sólo me queda dar las gracias a todos. Primero a Los Zigarros por ser como son y hacer lo que hacen. Luego a Inverfest, al Circo Price y a la gente que asistió al concierto. Y por supuesto, también a tí por haber leído nuestro artículo. ¡Muchas gracias a todos!
Por cierto, todavía hay varios conciertos interesantes dentro de la programación de Inverfest. Os dejamos este enlace a su página por si queréis echar un vistazo.
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¡Muchas gracias!
Willyrock
Los Zigarros – ¿Qué demonios hago yo aquí? (Concierto en directo Circo Price – 30/01/2020)