David Bowie, Lou Reed y Rolling Stones en los 80
Una muestra de su entrega y energía
El punk lo cambió todo
David Bowie, Lou Redd y Rolling Stones en los 80… tres historias, tres crisis artísticas.
Es 1980, el punk es casi historia, apenas duró unos años, 3 o 4 entre su advenimiento underground en el CBGB neoyorquino y su explosión masiva en UK vía los Sex Pistols y el marketing en la sombra de Malcolm McLaren, pero lo había cambiado todo, tanto que los paradigmas del rock de los 60 y 70 sencillamente desaparecieron. Twitea éste post o compártelo en Facebook
Entraba una nueva década y las hasta entonces grandes estrellas del rock, si bien no habían desaparecido, sí estaban perdiendo el brillo y, desde luego, el protagonismo en la prensa especializada, que se había vuelto hacia los nuevos (y más excitantes) sonidos que había traído el punk. Eran tiempos de new wave, power pop, electro-pop (en aquellos años era tecno-pop), post-punk, gothic rock (en España rock siniestro), nuevos romanticos y un largo etc. Todos estos estilos se dieron cita a la vez, en el mismo momento, los primeros 80. Así de excitantemente creativo era el ambiente de aquellos años… un momento único que cambio, y de qué manera, las tendencias en la música moderna.
Los dioses caídos de los 60 y 70
En este panorama, las grandes estrellas de los 70 pasan a ser dinosaurios o, en el mejor de los casos, vacas sagradas. El punk había dictado sentencia. Solo un pequeño puñado de artistas consagrados habían pasado el control de mérito que había impuesto el punk y mantendrían su status en el universo pop, los demás quedarían postergados, marcados, convertidos en arqueología musical.
Algunos ejemplos de estos dioses caídos:
Hard Rock / Heavy Metal
La mayoría del hard-rock / heavy metal, con alguna excepción del tipo Black Sabbath o Motorhead a los que podríamos considerar el underground del genero. Grupos como Deep Purple, AC/DC, Judas Priest, Kiss, Aerosmith y, en general, todo aquel que representaba un sonido pretendidamente interpretado por músicos a los que tildaron mas de empresarios que de músicos. Eso sí, que el punk no los apreciara no evitó que el género heavy haya sido siempre muy rentable para la industria y que sea seguido por millones de fans que son fieles a cada nuevo lanzamiento.
Estrellas pop
Algunas estrellas del pop a los que se les había acabado la inspiración o se habían convertido al mainstream y a los que consideraban que no representaban el ‘peligro’ que siempre debe conllevar el rock (aquello de sexo, drogas y rock’n’roll). Creadores como Paul McCartney (no, Lennon no… se libró por los pelos, mas por su actividad política que por su adscripción artística a los nuevos sonidos), Elton John, Neil Diamond, Bob Dylan …
“El punk ya era casi historia pero lo había cambiado todo, tanto que los paradigmas del rock de los 60 y 70 sencillamente desaparecieron»
Rock de estadio
El rock de estadio representado por Led Zeppelin (se perdieron en su éxito y no se volvieron a encontrar, una historia de excesos y algunas buenas canciones) o Pink Floyd (encontraron la senda del éxito cuando su mayor genio, Syd Barret, se perdía dentro del laberinto del LSD). En el caso de Pink Floyd después de algunos grandes discos se dejaron llevar repitiendo una fórmula de éxito hasta la autoparodia, aún así han logrado mantener un público que les sigue incondicionalmente hasta nuestros días. El caso de Led Zeppelin tuvo una menor duración, nace, se desarrolla y muere en los 70. Fueron un producto, brillante, donde desde la imagen hasta el sonido fue elaborado en un laboratorio, predestinado desde el principio al éxito planetario, contando con el apoyo de la maquinaria de marketing de Atlantic. A veces sale, a veces no. Led Zeppelin fueron un caso de clamoroso éxito. Y ahí siguen, a pesar de que hayan desaparecido como grupo hace mas de 40 años, sus discos se siguen vendiendo y su influencia es indiscutible. Los nuevos representantes del rock de estadio podrían ser U2 o incluso Coldplay.
Rock sinfónico
Los grupos sinfónicos: Genesis, Yes, Jethro Tull y aledaños. Adiós a los largos desarrollos instrumentales de virtuosos de su instrumento, era el momento de PAMP¡!, canciones cortas y directas al corazón (o al estómago) . Lo conmovedor (y excitante) vs lo fastuoso (y vacuo). No me impresiones, ENTRETENME¡!
A.O.R.
El AOR representado por grupos como Foreigner, Journey, Chicago, Boston o Eagles. Rock de FM americana, puro músculo para una tarde de cervezas y amigos. Otros que tampoco han dejado de vender sobre todo en Estados Unidos.
Queen
Y luego está Queen, un caso especial. Un caso de cómo un grupo denostado por la prensa especializada y por la pretendida vanguardia musical pop, no solo son todavía venerados por millones de fans sino que siguen estando en las listas de top ventas después de haber pasado casi 30 años del fallecimiento de su indiscutible líder, Freddie Mercury.
Queen es un caso único. Pero ¿cuáles fueron los artistas de los 70 que se salvaron de la quema? Fueron bastantes, pero he querido tomar tres ejemplos que creo son de los más interesantes tanto por sus carreras anteriores como, en algún caso, por su renacimiento artístico posterior. Nuestros protagonistas son: David Bowie, Lou Reed y The Rolling Stones. Todos ellos (y alguno mas como The Kinks, Neil Young o Iggy Pop) se salvaron de la hoguera punk, de lo prescindible. Tres enormes figuras de los 60 y 70 que entraban en una década hostil. Pero, realmente, ¿cómo fueron sus respectivas carreras en los 80?, ¿estuvieron a la altura de los años precedentes o cayeron en la mediocridad?. Sumerjámonos en esa década, para muchos denostada, para otros por descubrir, de tres de las principales figuras del rock and roll. Bowie / Reed / Stones in the eighties.
The Rolling Stones en los 80
Comencemos por sus satánicas majestades… los Rolling venían de una etapa tan salvaje y peligrosa como absolutamente magistral. En los 70 no pararon de publicar discos memorables que incluían a ‘Sticky Fingers’ (1971), ‘Exile on Main Street’ (1972), ‘Black and Blue’ (1975) y ‘Some Girls’ (1978)… sin despeinarse. En los 70 este era su business as usual. Con estos antecedentes, el punk lo único que pudo hacer fue la reverencia a los monarcas del rock. Y entonces llegaron los 80 y lo hicieron con:
A) ‘Emotional Rescue’ (1980)
Un disco resultón que inicia la etapa de The Rolling Stones en los 80 y que fue masacrado por la prensa. Claro, venían de donde venían, el listón estaba demasiado alto… no podían batir un record del mundo con cada lanzamiento… pero a mí gusta mucho. Tiene unas cuantas canciones que destacaría, como: ‘Emotional rescue’, ‘She’s so cold’, ‘Summer romance’ o ‘Let me go’. Es verdad que comparado con ‘de dónde venían’ es una decepción, pero viéndolo con la perspectiva de hoy, es un disco muy valorable dentro de la discografía de The Rolling Stones.
B) Tatoo You” (1981)
El regreso a la élite. Un clásico desde el primer momento. Un discazo. Rhythm’n’blues con una producción perfecta lleno de canciones directas a la emoción. Canciones como ‘Star me up’, ‘Hang Fire’ y ‘Neighbours’. Medios tiempos llenos de swing y soul como ‘Waiting on a friend’. Redondo. Hoy es considerado como su último gran disco.
C) Undercover (1983), Dirty Works (1986) y Steel Wheels (1989)
Entramos en su caída al infierno, su etapa más oscura de la que nunca han regresado, y la que nos llevaría a los peores discos de The Rolling Stones. El mayor grupo de rock’n’roll de la historia se ha convertido en una franquicia de sí mismo, copiando un rol de banda mítica y un way of life que son sólo un reflejo comercial de lo que en su momento era una forma de vida real: sexo, drogas y r’n’r. Están en su derecho… es más, si alguien tiene derecho a hacer negocio con eso, son ellos.
Supervivientes que siguen girando sin descanso y siguen siendo el mayor espectáculo del mundo. Tienen su público, claro, gran parte de los espectadores que van a sus conciertos hoy sencillamente van a ver a la leyenda, el mito, lo artístico… a estas alturas, es secundario. En cualquier caso, tienen un pasado único y discos que pertenecen al olimpo del rock. Pleitesía a sus satánicas majestades, aunque hoy sean un entrañable grupo de ancianos rockeros británicos, ya se sabe que el que tuvo, retuvo.
“Si alguien se ha ganado el derecho a hacer negocio con el ‘Sexo, Drogas y R’n’R’, esos son The Rolling Stones»
Lou Reed en los 80
Lou Reed es un caso distinto, él si regreso del lado oscuro, si es que en algún momento estuvo en él. Mientras que los primeros años de Lou Reed en los 80 fueron de confusión estilística, se dejó querer por las nuevas tendencias tanto en el empleo de nuevos instrumentos -sintetizadores mediante- hasta producciones en el peor estilo ochentero, con esas percusiones electrónicas que tanto mal hicieron al rock de la época. Twitea éste post o compártelo en Facebook
Su pasado era (y es) glorioso. La Velvet Underground es una de las bandas que se había adelantado en 10 años al punk y que era un antecedente muy claro de lo que iba a ser el sonido y la actitud punk. Tenía pedigrí y sólo por eso era uno de los suyos. Pero ¿cómo fueron los ochenta para Lou Reed?, repasémoslos:
A) ‘Growing Up In Public’ (1980)
Resbalón absoluto. Uno de los discos más flojos de toda su carrera, con poco o nada destacable. Completamente olvidable.
Lou Reed, en los años que van entre su juventud con la Velvet y los de madurez post ‘New York’, tuvo una carrera muy irregular. Junto a muy buenos discos tuvo enormes fracasos artísticos. Entre los primeros tenemos ‘Berlin’ (1973), ‘Coney Island Baby’ (1975) y ‘Street Hassle’ (1978) tres de sus discos de referencia. Alguno, incluso, considerado como una obra maestra, como es el caso de ‘Berlín’. Pues como decía, junto a grandes aciertos, tuvo grandes fiascos. Este es el caso de algunos de los peores discos de Lou Reed, como ‘Rock’n’Roll Heart’ (1976), ‘The Bells’ (1979) y el que nos ocupa de 1980, ‘Growing Up In Public’. Todos ellos entre lo peor de la discografía de Lou Reed.
Aunque Reed ya visitaba el CBGB tratando de empaparse con los nuevos sonidos que traía el punk. Allí, además de recibir el respeto y la admiración de las bandas y artistas que le empezaban a apartar del puesto de preeminencia que hasta ese momento tenía, había empezado la década en el fondo de una de sus habituales etapas en V. En los 80 siguió alternando momentos muy brillantes con otros menos, su siguiente disco fue;
B) ‘The Blue Mask’
Un nuevo renacimiento. Un disco de base orgánica con poco artificio. Rock contundente con una portada que era una versión (en azul, claro) de la misma imagen utilizada en su mítico ‘Transformer’ (1972). Un buen disco de rock, reconocido entre sus mejores discos.
“Si lo que buscamos es una de esas canciones que quedan en tu memoria de por vida, aunque Lou Reed tiene unas cuantas, ninguna está en estos discos»
C) ‘Legendary Hearts’ (1983) y ‘New Sensations’ (1984)
Dos discos menores, sí, pero que tienen sus momentos y que le ayudaron a mantenerse en la actualidad del momento.
‘Legendary Hearts’ es un digno sucesor de ‘The Blue Mask’. Correctos (por momentos buenos) temas de rock. Fue el propio Reed quien se encargó de la producción, una producción, una vez más, discreta y ajustada… las canciones no pedían otra cosa. Nada de arreglos artificiosos, sólo que cada instrumento suene como tiene que sonar y dejar que las canciones fluyan. Un buen disco al que volver de vez en cuando y que le representa muy bien en esta época.
‘New Sensations’ muy parecido al anterior. Un disco que no emociona, pero aunque tiene una producción mas ochentera, es contenida, lo que hace que el disco se escuche con agrado e interés. Al igual que el anterior, otro disco al que volver de vez en cuando.
En ambos casos, si lo que buscamos es un ejemplo de una de esas canciones que quedan en tu memoria de por vida, aunque Reed tiene unas cuantas, ninguna está en estos discos. Es más, no estarían ni en el top 100. Pero sí reconozco que son discos de algo más que ‘de transición’. Son buenos discos que representan muy bien al Lou Reed en esos años. Un Lou que, si bien había entrado en la madurez de su vida, se había casado con Silvia Morales y había dejado las drogas y el alcohol. En la parte de rock estaba pasando un momento de confusión, que a veces daba buenas obras, pero no dejaba de ser un momento de transición entre su brillantísimo pasado y un futuro donde iba a volver a lucir. Su siguiente disco fue:
D) ‘Mistrial’ (1988)
O el regreso al pozo. Puro AOR no mediocre, sino, directamente malo.
Una característica de Lou Reed es que cuando mete la pata, lo hace a fondo, puesto a hacer algo malo, hace lo peor. Y este es uno de esos casos.
E) ‘New York’ (1989)
Ah, pero después llegó ‘New York‘, el otro lado de la moneda. Es como si el autor de ‘Mistrial’ fuera otra persona. ‘New York’ supone el regreso del Lou Reed mas inspirado, creador de enormes canciones. Es un back to basic, a lo mejor que sabe hacer, canciones de batería, bajo, teclados, guitarra rítmica y voz, su voz, la de un poeta recitando su propia obra.
En su momento Lou Reed declaró que el disco se tenía que escuchar entero, como una obra conceptual, que lo había creado con esa intención. Pero podéis hacerlo como queráis. Es una obra monumental, no está entre sus obras maestras, pero está solo un escalón por debajo de sus mejores creaciones.
‘New York’ supone un regreso a su mejor versión y de la que ya casi no salió. Su obra posterior fue una evolución de lo conseguido en ‘New York’ y que en casi su totalidad está a la altura o muy cerca. Uno de los apóstoles, como lo es nuestro siguiente protagonista.
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David Bowie en los 80
El Duque Blanco, otro de los elegidos con silla fija entre los apóstoles de la historia del rock’n’roll. Su historia es la historia de un visionario que fue capaz de estar en continuo cambio y de ver con años de antelación lo que iba a suceder en el pop. Estos son algunos ejemplos:
- El synth-pop. Él se adelantó en el 77, en su etapa berlinesa, a lo que iba a pasar en los 80’s, lo que luego sería el tecno pop. Si bien Bowie le dio un cariz experimental mientras que el tecno-pop estaba dirigido principalmente al hedonismo pop y a las discotecas.
- Se adelantó a aquel movimiento hoy tan denostado que fueron los nuevos románticos, Bowie fue precursor de esa imagen kitsch con su disco de 1980 ‘Scary Monster’ (una de sus últimas obras maestras).
- Fue el precursor de poner en valor la importantísima influencia del krautrock en el pop, a través de su trilogía berlinesa (‘Low’, ‘Heroes’ y ‘Lodger’), cuando era un sub-género absolutamente minoritario. Pero posteriormente fue clave en el nacimiento del art-rock (de Can, Neu! y Faust a Television y Talking Heads), de la new age (de Tangerine Dream a Michael Nyman y Kitaro), del synth pop (de Kraftwerk a The Human League y Soft Cell)…
El krautrock es materia para otro artículo por sí mismo. Una maravillosa mezcla de be bop, avant rock, psychedelia, space rock, noise y todo lo que queramos incluir… inabarcable. Un disco de krautrock es como un disco de jazz, cada vez que lo escuchas parece que es la primera vez, cada vez que lo hacemos encontramos nuevos detalles que hace que tengamos la sensación de escuchar algo completamente nuevo… un universo en sí mismo.
Pero veamos cómo fue David Bowie en los 80.
“Bowie no solo fue un gran músico, además era generoso y acudió a la ayuda de artistas a los que admiraba y que pasaban por un mal momento, como Iggy Pop o Lou Reed, ayudándoles a reactivar sus carreras»
Al rescate de Iggy Pop y Lou Reed
Pero volvamos a Bowie. No solo fue un gran músico, además era generoso y acudió a la ayuda de artistas a los que admiraba y que pasaban por un mal momento, ayudándoles a reactivar sus carreras. Así acudió a la ayuda de iconos punk como Iggy Pop o el propio Lou Reed cuando ambos habían tocado fondo.
En 1980 Bowie estaba en la cresta de la ola. No solo no había sido señalado por el punk, sino que era uno de sus ídolos, alguien en quien mirarse. Bowie era un ejemplo de riesgo, de cómo anteponer sus ideas y criterios por encima de cualquier condicionante de la industria.
Ese año publicó la antepenúltima obra maestra en la discografía de David Bowie, ‘Scary Monster’, un disco tan extraño como fascinante. No deja de ser pop, pero es el suyo, no hizo nada igual antes, ni lo haría después. Pop mayúsculo, accesible y culto a la vez, simple y complejo… deslumbrante… único.
Entre 1981 y 1982 Bowie cambia de discográfica y ‘decide’ hacerse inmensamente rico (ya era rico, pero ahora decide serlo inmensamente), lo que hace que su actitud se haga mas flexible ante la industria. Ficha por EMI que le pide que haga un disco que sencillamente fuera un hit mundial.
1983, el año de ‘Let’s Dance’
Eran los años de la música disco, de Studio 54 y de…. Chic. Bowie pidió a Nile Rodgers, uno de los creadores de ese sonido que no es otra cosa que funk moderno, que le produjeses su nuevo disco, ‘Let’s Dance’ (1983). Aunque en general se le considera el principio del fin, es un disco maravilloso, disco-soul de alta gama para bailar y escuchar, de exquisita producción. Allí están ‘Modern Love’, ‘China Girl’, ‘Let’s Dance’ o ‘Cat People’… nada menos.
Lo que sí está claro es que algo había cambiado y ya no volvería a ser lo mismo. Su etapa anterior al 80 se convertiría en su etapa clásica, la de máximo esplendor. Pero Bowie nos siguió dando maravillosas muestras de su enorme talento en los 80, en los 90 y hasta su último disco, ‘Black Star’, publicado días antes de su fallecimiento el 10 de enero del 2016 y que es considerado como uno de los mejores de una carrera que duro 50 años.
Tan solo un año después de ‘Let’s Dance’ publica ‘Tonight’ (1984). Un LP que seguía resistiendo con mucha dignidad, quizá algo más flojo que el anterior (ya no está Nile Rodgers), pero el disco tiene canciones tan irresistibles como ‘Loving The Alien’, ‘Don’t Look Down’ o ‘Tonight’.
Por hacer una mala comparativa, ‘Tonight’ para Bowie es el ‘Black and Blue’ de los Stones. Discos ninguneados y casi olvidados que creo son grandes discos que definían muy bien a sus protagonistas en los años que se grabaron… grandes y atípicos discos. Personalmente vuelvo a ‘Let’s Dance’ y ‘Tonight’ regularmente y siempre me dejan un muy buen sabor de boca.
Entre los peores discos de David Bowie
Pasan los años y Bowie gira, va y viene. No está en su momento de mayor inspiración y en 1987 publica un disco que nos da una foto del Bowie del momento, pura confusión. Y, sí, es un disco flojo, de los más flojos de toda su carrera… uno de los peores discos de David Bowie. Nos referimos a ‘Never Let Me Down’, que llega para ser olvidado inmediatamente y que también marca un cambio (otro) en la carrera del Duque Blanco.
El sonoro fracaso de critica y publico hace que Bowie se replantee su carrera y no se le ocurre otra cosa que crear un grupo, ‘Tin Machine’. Es como si pretendiera ocultarse y no estar en primera línea. Como queriendo diluir su responsabilidad entre los demás componentes del grupo. Como diciendo: «Eh, que esto no es cosa mía, que es cosa de cuatro» ¿Miedo al fracaso?… y lo fue… ‘Tin Machine’ fue un fracaso. Pero he de reconocer que el disco, que se titula igual que el grupo, tiene alguna gracia… poca, pero algo se puede salvar. Entre ellas, ‘Tin Machine’ o ‘Crack City’. Con un sonido duro, es un disco de rock que tiene alguna canción para incluir en una sesión de dj en un garito de rock and roll un sábado por la noche y que una buena parte de la parroquia bailaría sin disimulo.
Después llegaría la segunda parte con ‘Tin Machine 2’, pero ya eran los 90… el comienzo de otra etapa más. Bowie volvió a reinvertarse en los 90 y lo hizo otra vez más con sus dos últimos discos, ‘The Next Day’ (2013) y ‘Black Star’ (2016), que me parecen dos obras maestras.
Los 80 fueron la tumba artística de las estrellas de los 70
Para muchas de las llamadas estrellas de los 70 (incluso de los 60), los 80 fueron su tumba artística y su paso a la segunda división de la actualidad. Seguían estando, pero ya no marcaban la vanguardia, lo hacían los nuevos grupos. Aún así, hubo algunos de ellos que lograron remontar y aunque los 80 les supusieron un paso por su particular desierto artístico, fueron capaces no ya de reinventarse, sino incluso de volver a estar a la cabeza de las tendencias del momento. Lou Reed y David Bowie son dos ejemplos de ello.
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Javier Pérez Rodríguez