1967 El año que Dylan pasó de lobo a cordero
En plena gira de su primer disco ‘Vacaciones’
En la (ante) cima del mundo pop
En 1966 Dylan estaba en la (ante) cima del mundo pop y no la compartía con (prácticamente) nadie. Tan sólo los Beatles estaban un escalón por arriba. Estamos en ese momento en que la siguiente gran revolución musical de los 60’s, la psychedelia y el rock acido de la coste oeste, aún no habían explosionado (lo haría de manera clara el año siguiente) y Dylan reinaba entre la critica y un público más concienciado con las causas sociales. Twitea éste post o compártelo en Facebook
Mientras los Beatles representaban el entretenimiento (eso sí, brillante), Dylan era la conciencia social. Aún sin pretenderlo, era la figura que encarnaba los cambios sociales, la oposición a la guerra de Vietnam, el empoderamiento de las mujeres, el despertar de los afroamericanos como clase social concienciada y dispuesta a combatir por sus derechos y así, un largo etc. Su influencia era incuestionable, los ‘angry young men’ necesitaban líderes y le ‘asaltaron’ aunque él nunca lo eligió.
De la misma manera que su nivel musical, su figura era enorme. Su sombra alcanzaba al circuito folk más tradicional, al pop más comercial, el soul y el incipiente movimiento de la psychedelia, llegando hasta el country y por supuesto al blues. Ningún genero era indiferente a su figura y a lo que estaba haciendo… a lo que estaba creando.
Su vida era un huracán
Y mientras todo esto pasaba a su alrededor, su vida personal era un huracán. Su talento estaba en un momento de brillantez que nunca tuvo (ni tendría), su actividad era frenética: componer, grabar (discos que son obras maestras del pop), girar sin fin (y así sigue)…
Con 25 años estaba en la cima del mundo. En apenas 5 años había llegado al Greenwich Village desde su Duluth natal, se había integrado en la escena folk de Manhattan, había grabado siete discos (cuatro encasillados en el genero folk y tres que son leyenda), se había subido a todos los escenarios del circuito folk y se había, literalmente, metido en el bolsillo a la escena neoyorquina del momento.
«Escuchar la versión de The Byrds de su ‘Mr. Tambourine Man’ supuso la definitiva conversión al rock de Bob Dylan»
Impresionado por el éxito de los Beatles
Su talento era tal que le faltaba espacio, enseguida el folk se le quedó pequeño, muy pequeño. Su talento, junto a una ambición de lobo, hizo que todo empezase a girar cada vez mas rápido y en círculos más y más amplios y, aunque ya era una estrella, estaba impresionado por el éxito de los Beatles. Él quería ser universal y el folk, aunque le daba prestigio, no le proporcionaba gloria, la gloria se la daría el rock…
Cuenta la leyenda que un día su representante, Albert Grossman, le puso una versión de unos de sus temas mas icónicos hecha por un grupo nuevo de la costa oeste. El tema era una de las canciones que formarían parte de su 5º album, ‘Bring It All Back Home’ de 1965. Se trataba de ‘Mr Tambourine Man’, single de debut de The Byrds, al que se considera el inicio de lo que se llamó folk-rock y que supuso la definitiva conversión al rock de Bob Dylan.
Una cara folk y otra rock
Su siguiente álbum contendría una cara folk acústica, mientras que la otra era eléctrica y rock. No había vuelta atrás, el proclamado por los otros ‘profeta del folk’ viraba al rock y se hacía un artista ‘comercial’, rendido a las exigencias de la industria (como si antes no lo estuviera… Todo aquel que esté en el negocio está supeditado a la industria, quiera o no. Y Dylan no era una excepción).
Fue un terremoto musical pero con esta decisión el pop y el rock no volvieron a ser lo mismo. Así, la importancia de la figura de Dylan en el devenir de la música rock, paso de importante a indispensable. Tanto es así, que llegó a la altura de los Beatles y de la Velvet Underground, formando entre las tres entidades, un triunvirato que se me antoja como el más esencial que ha dado la música popular del siglo XX.
Bob Dylan en 1969
‘Highway 61 Revisited’
‘Bring It All Back Home’ fue el punto de ruptura con la prestigiosa escena folk del momento y su rampa de lanzamiento a la conquista del mundo. Estamos en Marzo de 1965 y su creatividad estaba en máximos. Entre las fechas de sus conciertos de la gira del 65, tiene tiempo para crear las canciones de su siguiente LP. Se trata del que sería uno de los discos capitales del rock de todos los tiempos: ‘Highway 61 Revisited’, que se publicaría en Agosto de 1965 e incluiría la que está considerada por algunos (entre ellos yo) como la mejor canción de la historia del rock: ‘Like a Rolling Stone’. Esta es excelsa, pero cualquiera de sus 9 canciones pertenecen al Olimpo, un disco esencial para cualquier amante del pop. Básico.
«Nadie se atrevía a contradecirle porque sabían que caería sobre ellos toda la ira de una lengua hiriente hasta el dolor y capaz de destruir la autoestima mas rocosa»
Una estrella a punto de explosionar
Pero ¿cómo era Dylan en 1966, con 25 años? Era un talento desbordante, una ambición voraz, con un entorno que le rinde pleitesía y es condescendiente con sus caprichos. Ingiere anfetaminas como si fueran caramelos (no, Dylan no fue de LSD) que le ayudan a mantener su actividad en giras, compromisos con los prensa, grabaciones, ensayos, viajes y todo lo que conlleva ser una estrella a punto de explosionar. Twitea éste post o compártelo en Facebook
Este es el perfecto caldo de cultivo para ser un pequeño dictador que trata de manera despectiva y servil a todo el que le rodeaba, hasta el punto de humillarlos sin ningún tipo de disimulo. Él creía que todos estaban a su servicio. Nadie se atrevía a contradecirle porque sabían que caería sobre ellos toda la ira de una lengua hiriente hasta el dolor y capaz de destruir la autoestima mas rocosa.
Un ejemplo claro de todo esto lo podéis ver en el muy recomendable documental de D.A. Pennebaker titulado ‘Don´t Look Back’. Un documento único donde se puede ver la actitud de perfecto déspota del Dylan de la época… e iba hacia arriba.
Concierto en el Free Trade de Manchester (1966)
Otro momento clave de aquellos años y que es considerado una de esos ‘it momento’ de la historia del pop, fue lo acaecido en su concierto del 17 de mayo de 1966 en el Free Trade de Manchester. El hecho sucedió tan solo un día después de la publicación oficial de otra cumbre del rock como es ‘Blonde on Blonde’. Que, publicado el 16 mayo de 1966, fue el primer disco doble de la historia del rock, además de una obra maestra.
Sobre el escenario, Dylan con The Hawks (después The Band) como banda de acompañamiento, en un concierto que se comportaba como la mayoría de los de aquella gira, con el público muy dividido, entre algunos que apoyaban el cambio a la electricidad, mientras que otra parte no tanto. Estos últimos eran los más beligerantes. Eran los que adoraban al Dylan folk y se sentían traicionados por el viraje a lo que ellos llamaban ‘música comercial’.
«Después de que alguien del público le gritara «Judas», Dylan gritó a la banda “play fucking loud!”, y arrancaron con una versión mercuriana de ‘Like a Rolling Stone'»
«Play fucking loud!»
Mientras los músicos aprovechaban el interludio entre dos canciones para ajustar sus instrumentos, alguien del público gritó «Judas». Entonces, hubo momentos de confusión sobre el escenario y Dylan, que solo acierta a responder “I don’t believe you … you are a liar”, en ese momento gira su cabeza hacia la banda y les grita (algo perfectamente audible en el documento sonoro del concierto): “play fucking loud!”, mientras comienza una versión mercuriana de ‘Like a Rolling Stone’… brutal. (Te dejamos el video más abajo)
Este documento describe a la perfección lo que fueron aquellos años en la vida de Dylan y todo lo que cambió en el rock. Su vida seguía en una vorágine sin fin y, claro, como no podía ser de otra manera, casi todos estos periodos suelen terminar de manera abrupta. A veces en forma de muerte/suicidio y otras veces, con un acontecimiento que hace que el protagonista tome de repente consciencia de la situación y pare de repente.
Bob Dylan and The Band – Like A Rolling Stone (rare live footage)
El accidente de moto de Bob Dylan
En este caso fue con uno de los accidentes mas famosos del rock and roll, el célebre accidente de moto de Bob Dylan… subido a su Triumph todo se paró el 29 julio de 1966. Entonces comenzaba un periodo de recuperación física y sobre todo emocional, y ya nada volvió a ser lo mismo. Estuvo algo más de un año desaparecido, nada se sabía de él, pero no estuvo parado. En esos meses alquiló una casa en Woodstock, se dedicó a disfrutar de la vida en el campo, paró física y mentalmente pero siguió componiendo. De ese periodo son las canciones que se publicaron unos años mas tarde en un álbum titulado ‘The Basement Tapes’.
Su imagen cambió radicalmente. Pasó de vestir camisas de diseño inequívocamente psicodelico, ajustados vaqueros, chelsea boots, cazadoras de cuero, salvaje pelo ensortijado encajando un rostro afilado y tenso, que cubría con las ya míticas ‘Ray Ban Wayfarer’; a amplios pantalones y anchas camisas, botas de granjero (cuando no zapatillas de playa), sombrero que cubría su ya domesticado pelo y unas gafas que corregían su miopía (??). Pero, sobre todo, llama la atención un rostro redondo y lozano que era la muestra de sus buenos hábitos de alimentación y de sus horas de sueño reparador.
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¿Una vuelta a sus orígenes folk?
Las cosas habían vuelto a cambiar, su carácter se había suavizado hasta ser afable y su vida era saludable. Ahora disfrutaba de su esposa e hijos y su actitud había cambiado de lobo a cordero. Pero ¿y musicalmente era también una vuelta a sus orígenes folk? Twitea éste post o compártelo en Facebook
En 1967 regresa y publica un nuevo disco: ‘John Wesley Harding’. Era diciembre de 1967 y había estado un año y medio fuera de circulación y sin publicar nada. Había pasado de editar tres discos capitales en la historia del rock en poco mas de un año, a hacer uno en año y medio y, bueno, digamos que dejó sitio en la cumbre pop a otros protagonistas.
«Entre los años 1967 y 1970, Dylan vive una época de felicidad y equilibrio emocional, y eso se nota en su música… para peor»
Enormes discos de 1967
En ese año 1967 se publicaron los siguientes discos: ‘Velvet Underground and Nico’ (Velvet Underground), ‘Forever Changes’ (Love), ‘Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ (The Beatles), ‘The Doors’ (The Doors), ‘Younger Than Yesterday’ (The Byrds), ‘Surrealistic Pillow’ (Jefferson Airplane) y ‘Scott’ (Scott Walker)… nada menos… para morirse¡! Si, también se publicó ‘John Wesley Harding’. Y tengo que decir que no está a la altura, ni de los antes mencionados ni de sus últimos trabajos previos al accidente. Pero ojo, no es un mal disco. Es que sencillamente se había puesto un listón que nunca va a poder superar en el futuro… pero ni él, ni nadie.
‘John Wesley Harding’ es un buen disco pero esta lejos de la urgencia, fiereza e inspiración que habían dado lugar a sus discos del bienio 1965-1966. Es un disco folk-rock (mas folk que rock) que está bien y que, siendo de quien es, (de por sí) ya es mucho. Pero viniendo de donde viene su creador, no deja de ser un ¿divertimento?. Ah, pero hasta en discos menores Dylan es capaz de incluir otra obra maestra ahora en forma de canción: ‘All Along the Watchtower’.
La crítica desilusionada
La crítica no le crucificó, no. Pero sin llegar a sentirse defraudada (eso era mucho decir en 1967 de Bob Dylan), se sintió desilusionada. Venían de la cima y el disco era un retroceso. La música cambiaba, él seguía en la aristocracia pop (que dirían Los Flechazos), pero ya no destacaba, aunque su influencia seguía intacta (a día de hoy sigue siendo de las artistas más influyentes) y su figura seguía siendo inmensa.
El reflejo en sus trabajos era más tenue. Sus nuevos trabajos se habían ‘domesticado’… como su vida. Si el bienio 1965-1966 fue salvaje y de un gran sufrimiento interior, el trienio que le sigue (1967 – 1970), es el de la felicidad y el equilibrio emocional, y eso se nota en su música… para peor.
En 1969 publicó un disco único por su idiosincrasia, nunca más hizo algo ni parecido. Se trata de ‘Nashville Skyline’, su disco country con colaboración de Johnny Cash y que incluía otra de sus canciones icónicas: ‘Lay Lady Lay’. En cuanto a la crítica, tras una primera sorpresa, volvió a ser condescendiente y aunque es un disco que para mi gusto es mejor que el anterior, tampoco estaba a la altura de la leyenda, cuando todos seguían esperando otro disco de leyenda.
Pero, ¿qué es esta mierda?
Y un día se acabo la paciencia, y un sesudo y prestigioso rock critic de nombre Greil Marcus dijo aquello de “pero ¿que es esta mierda?”. El objetivo de esta ya famosa frase era su siguiente disco: ‘Self Portrait’. Un disco de versiones, instrumentales y que tenía cuatro canciones en directo con The Band. Lo mejor que se puede decir de él es que es ‘ecléctico’.
Ni es, ni parece un disco de Dylan, pero sí es algo importante, es un punto de inflexión en su inspiración que terminaría en un nuevo quinquenio de gloria que va de 1974 a 1979, con el Dylan de treinta-y-tantos. Otra época fascinante y que tiene cierto paralelismo a la que acabáis de leer.
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¡Muchas gracias!
Javier Pérez Rodríguez